NO SE GANÓ ZAMORA EN UNA HORA:
La hija de Fernando I, Doña Urraca, recibió a la muerte de su padre el señorío de Zamora. Su hermano, el rey don Sancho II de Castilla, llamado el Bravo, deseoso de arrebatarle tan preciada herencia, sitió la ciudad zamorana. Pero ésta fue bravamente defendida por Doña Urraca durante 6 meses, hasta que el traidor Vellido Dolfos asesinó por la espalda a don Sancho, el 6 de octubre de 1072. De esta forma trágica concluyó el cerco y nació la frase no se ganó Zamora en una hora, que se utiliza para recomendar paciencia, ya que las empresas grandes y difíciles requieren largo tiempo.
NO TENER VELAS EN UN ENTIERRO:
Este modismo, siempre citado en sentido interrogativo y en segunda o tercera persona (“¿quién te dio o le dio velas en este entierro?”) , indica que la presencia de una persona o su intervención en determinado asunto no son bien recibidas, o que, simplemente, se consideran inoportunas. Tiene su origen en la antigua tradición, hoy en desuso, que se seguía en los entierros españoles, cuando la familia del fallecido entregaba velas a los familiares o a los amigos más cercanos con el fin de que las encendieran durante la ceremonia del funeral. “No tener vela en un entierro” significaba que la relación con el difunto no era muy directa o significativa.
NO TODO EL MONTE ES ORÉGANO:
Con este dicho, frecuentemente usado en el léxico popular castellano, se pretende indicar que un asunto no es tan fácil de resolver o que un posible negocio no es tan beneficioso como se piensa. También se aplica a una persona que no es tan simple o superficial como son las personas de su entorno o con las que se compara negativamente.
En ambos casos el sentido es negativo y como tantos otros dichos populares proviene de la cultura agraria y previene al agricultor que espera encontrar fácilmente en el bosque las hierbas que él busca. Entre esas hierbas el orégano, por su escasez y utilidad, era una de las más apreciadas.
NUESTRO GOZO EN UN POZO:
Se aplica este dicho popular para indicar que se ha malogrado algo en lo que se habían depositado muchas esperanzas de éxito. Es habitual que en los cuentos y moralejas de nuestros ancestros aparezcan los pozos como sinónimo de búsqueda de cosas irrecuperables, como símbolo de desencanto. Es probable que el dicho fuera, simplemente, una moraleja con rima, como tantas en nuestro léxico castellano, con la que se quisiera expresar cómo la ambición sin medida puede acabar, como nuestras ilusiones, en el fondo de un pozo.
OJO POR OJO DIENTE POR DIENTE:
Esta frase, que consagra la venganza como un procedimiento jurídico, figura en dos de los 282 artículos del código sancionado por Hammurabi (1792-1750 a. C.), fundador del imperio babilónico. La menciona también el Antiguo Testamento al referirse a los actos de violencia. “Quien cometiere e delito", dice el texto bíblico, "pagará vida por vida, ojo por ojo, diente por diente, mano por mano y pie por pie, quemadura por quemadura, herida por herida y golpe por golpe". Cuando el agredido prefería que se lo compensara con dinero, tenía derecho a una suma, fijada de antemano de acuerdo con la gravedad del daño. Así, según la ley del talión del derecho romano, quien recibía una cachetada podía canjear ese golpe por un monto equivalente a 5 ó 6 dólares de hoy. El dicho, con frecuencia abreviado como “ojo por ojo”, no pasa en la actualidad de un modo de hablar. Un desahogo para el rencor. Y prueba de que la idea de devolver mal por mal es siempre tentadora. Pero ningún código moderno autoriza a desdentar o volver tuerto al ofensor.
OK:
Durante la Guerra de Secesión, cuando regresaban las tropas a sus cuarteles sin tener ninguna baja, ponían en una gran pizarra ‘0 Killed’ (cero muertos). De ahí proviene la expresion ‘O.K.’ para decir que todo está bien.
PACIENCIA, QUE LA ESTÁN PEINANDO:
Expresión popular muy utilizada cuando alguien nos mete prisa en relación a la finalización de un asunto o una tarea determinada. Equivale a 'peinar la baraja' que procede de la lengua de germanías del siglo XVI y cuyo significado es barajar despacio para que no haya trampas en el juego y que se ejecuta de la siguiente manera : tras cortar el mazo en dos mitades, se entremezclan las cartas, como el peine y el pelo. Cuando un jugador va perdiendo apresura al que baraja despacio, para tratar de recuperar lo antes posible lo perdido y de ahí surgió la expresión.
PACO:
Filólogos españoles en tiempos pasados escribian Francisco como Phrancisco y con el afán de "ahorrarse tinta" usaron la abreviación Phco. De aquí, que con sólo intercalar una "a" para hacerlo pronunciable, surgió la abreviación de Paco. Pero la idea más extendida es la que se remonta a San Francisco de Asis, fundador de la orden franciscana y primer abad, o como ellos le llamaban, Pater Comunitas (padre de la comunidad) y por lo tanto Paco sería un acrónimo de PAter COmunitas.
PAGAR A TOCATEJA:
Este dicho se utiliza para expresar que se va a pagar al contado, en efectivo y cada uno su parte, en el caso de que haya varias personas y varias cantidades que pagar.
El dicho se remonta al siglo XVII, durante los reinados de Felipe II y Carlos II, cuando se acuñaron en Segovia unas monedas de plata que se denominaron "tejas" y estaban destinadas, normalmente, para pagar al contado las transacciones. El verbo "tocar" aparece en la composición del dicho con el sentido de "abordar" o "tratar el pago de una deuda", en este caso en efectivo (es el mismo sentido de tocar un tema).
PAGAR EL PATO:
Este modismo fue dicho contra los judíos. En la Biblia Castellana (1569), se explica así su origen: "Como los vocablos Torah y Pacto, usados por los judíos españoles, el primero por la Ley y el segundo por el concierto de Dios, por los cuales los españoles les levantaban (les acusaban a los judíos) que tenían una Torah o becerra pintada en su sinagoga, que adoraban; y del Pacto sacaron por refrán "Aquí pagaréis el pato". En cuanto a la palabra Torah, los cristianos dieron en decir que los judíos adoraban en sus sinagogas a una tora o novilla, y en algunas fiestas populares hacían mofa de ella."
miércoles, 20 de junio de 2007
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
4 comentarios:
oye y ¿echar una cana al aire?
ese esta o te falta?
Mu bueno lo de Paco, lo de OK, bueno y todas en general.
Yo tengo una cana... que hago? me la arranco y la lanzo al aire?
Besitoooooosssssssssssssssss
Si lo de Paco y Pepe son muy conocidos.
Lo de echar una cana al aire... pues no la tengo registrada. Asi que habra que buscarla. Si alguien lo sabe que lo diga.
ECHAR UNA CANITA AL AIRE:
Equivale a divertirse, con cosas propias de la juventud, aunque la persona sea muy madura, debido a que se alude -metafóricamente- a la acción de arrancarse las canas, para parecer más joven, y tirarlas.
Y en otra pagina web pone: Realizar una acción que se sale de la rutina diaria. Se usa más habitualmente en casos en que una persona mayor hace cosas inadecuadas a su edad. El abuelo se quiere ir un par de semanas a Benidorm. Ya ves, ochenta años y dice que quiere echar una cana al aire. Parece que el dicho alude al hecho de transformar en juventud la vejez eliminando las canas, testigos de esta.
MI VECINO SE APELLIDA GERLO Y LE DICEN PACO
Publicar un comentario