miércoles, 20 de junio de 2007

Dichos populares 19

¡QUIÉN TE HA VISTO Y QUIÉN TE VE!:
Según testimonio del que fuera obispo de Mondoñedo, fray Antonio de Guevara, en tiempos de las revueltas de las Comunidades de Castilla había en un pueblo de Ávila un clérigo de origen vasco, partidario y ferviente defensor del líder de la revuelta Juan de Padilla, a quien señalaba desde el púlpito como "verdadero rey de Castilla, y no el tirano que ahora nos gobierna". Pero sucedió que poco tiempo más tarde el propio rebelde Juan de Padilla apareció con sus tropas comuneras y devastó las bodegas del lugar para abastecer a sus huestes. Cuando huyeron con el botín, el clérigo del lugar subió de nuevo al púlpito y habló al pueblo, pero ahora con un mensaje distinto, diciendo "habéis visto cómo pasó por aquí don Juan de Padilla y cómo sus soldados no me dejaron gallina viva, ni tocino, ni estaca, ni tinaja sana. Os digo esto porque, de aquí en adelante, no deberéis rogar a Dios por él, sino por el rey don Carlos nuestro señor y la reina doña Juana, únicos reyes verdaderos...". Desde entonces la gente comenzó a aplicar la frase “¡quién te ha visto y quién te ve!” para referirse al sentimiento que despierta una persona que se retracta de opinión al cambio de las tornas de su vida.

RENACER DE LAS CENIZAS:
La idea de volver a alzar vuelo después de una gran crisis suele ser alegóricamente expresada mediante la antiquísima leyenda egipcia del ave Fénix. Un pájaro fabuloso de brillante plumaje dorado y escarlata que emitía un canto muy melodioso y cuya vida se extendía -las versiones difieren- entre los cinco y los once siglos. Antes de morir, el Fénix -del que existía un único ejemplar-, se preparaba un nido hecho con ramas de árboles raros y hierbas aromáticas al que se prendía fuego, y el ave se extinguía entre sus llamas. Resucitaba muy pronto de las cenizas, intacta y rejuvenecida, para vivir otra vez por siglos. La creencia -que evoca la muerte diaria del sol y los otros fuegos de un nuevo amanecer- dio lugar al dicho “renacer de las cenizas" y a su equivalente, menos empleado, "ser como el ave Fénix”. Una metáfora que condensa el destino de aquellos que, tras un fracaso que se creyó definitivo, retoman con el fervor y la fortuna que suponían para siempre incinerados. El nombre del ave también se aplica a quien, por sus cualidades, excede la comprensión humana.

SACANDO DE LA "MANGA":
Del término “manga”, procedente del latino “manica”, se usan en nuestro idioma diferentes expresiones como las que siguen : “Bajo manga”, bajo cuerda o secretamente. “En mangas de camisa”, sin chaqueta u otra prenda que cubra la camisa. “Hacer mangas y capirotes”, que, referido a una persona, significa actuar a su antojo (con las preposiciones “de” o “con”). “Manga ancha” y su antinómico “manga estrecha”, en los sentidos de tolerancia o intolerancia excesivas, hablando en términos morales. “Manga por hombro”, alude a una situación de desorden, anarquía y desorganización totales. “Más corto que las mangas de una chaqueta”, que es construcción de sentido comparativo utilizada para ponderar la cortedad intelectual o pobreza de espíritu de una persona. “Sacarse de la manga”, inventarse o hacer que surja algo como por arte de birlibirloque, por sorpresa, como el conejo de la chistera del mago. “Tirar de la manga”, tratar de influir o presionar a una persona con la amenaza de sacar a la luz o hacer público un determinado hecho negativo.

SACAR DE SUS CASILLAS:
Este dicho popular proviene del antiguo juego de las Tablas Reales, juego de tablero muy semejante a las actuales Damas. En el citado juego la palabra casa está referida a unos semicírculos huecos cortados en la misma madera a los lados del tablero en los que se van colocando las piezas para ocupar las casas o casillas según las suertes de los dados. El juego consistía en encontrar una casa o casilla vacía donde entrar, y en el caso de que se hallara ocupada el que viene detrás con una pieza la puede desplazar del juego, “la puede sacar de su casilla”.

SALIR A LA PALESTRA:
Suele utilizarse este modismo para significar el hecho de que una persona va a subir a determinada tribuna o escenario para actuar o para dirigirse de viva voz al público, si bien su significado literal es el de “salir al lugar en el que se ha de competir o demostrar la propia capacidad de una persona” . “Palestra”, de origen latino y que en el italiano actual significa ‘gimnasio’, era una especie de patio porticado, en el que griegos y romanos solían practicar determinados deportes, aunque también era utilizado como escenario en el que se celebraban concursos literarios, reuniones o discusiones en público. Relacionado con este modismo es el de “saltar a la palestra”, que viene a significar “pasar a ser objeto de debate o comentario público”.

SALIR DEL ARMARIO:
La expresión “salir del armario” es relativamente moderna y viene a indicar que una persona confiesa públicamente su verdadera condición homosexual que hasta entonces permanecía oculta, aún a riesgo de hacer frente a las consecuencias de dicha confesión. Procede de la expresión inglesa 'to have an skeleton in the closed', lo que se traduciría como 'tener un esqueleto en el armario' y que vendría a significar lo que nuestra vieja expresión 'los trapos sucio se lavan en casa”, es decir tener algo vergonzante que no se quisiera mostrar en público. De ahí que salir del armario indique aceptar públicamente la homosexualidad sin vergüenzas ni complejos.

SALTARSE ALGO A LA TORERA:
El sentido de esta locución está referido a la persona transgresora, que no cumple un deber o una obligación determinados. Su origen proviene de los antiguos juegos del toro, antecedentes de las actuales corridas, uno de los cuales consistía en llamar la atención del toro con una pértiga y cuando el animal se acercaba de forma peligrosa, el participante del juego tomaba impulso y, clavando la pértiga en la arena, saltaba por encima del astado, por lo que se le denominó “salto a la torera”(y, en otra parecida suerte, “salto de la garrocha”) que Francisco de Goya inmortalizó en uno de sus famosos grabados.

SALVARSE POR LOS PELOS:
¿Creían que era porque un pelo es algo muy fino, y de allí venía el dicho? estaban en un error. Este dicho viene porque en la antigüedad los marineros cuando caían al agua generalmente eran agarrados y subidos de los pelos. Por esta razón solían dejarse el cabello lo más largo posible, el cual, al hundirse el cuerpo, quedaba flotando y era un excelente punto de agarre.

SE ARMÓ LA GORDA:
La Revolución Unionista de 1868, a consecuencias de la cual la reina Isabel II se vio forzada a abandonar el poder, vino precedida de un insistente rumor callejero, en el que utilizando la muy castiza expresión de la Gorda, se proclamaba a los cuatro vientos la inevitabilidad de los acontecimientos. Es decir, la gente aludía a la Gorda como un hecho consumado, como una cosa ya hecha: la Gorda ya está en camino... se va armar la Gorda... hasta que, finalmente, en septiembre de ese año, verdaderamente, se armó la Gorda con el pronunciamiento militar del marino Juan Bautista Topete y Carballo en Cádiz y de Primo de Rivera en Madrid. Históricamente, el hecho tomó el ostentoso nombre de “La Gloriosa” pero su duración fue efímera; no así el castizo alias que el pueblo le adjudicó: “La Gorda”, expresión que luego extendió su uso al lenguaje familiar, cuando alguien quiere referirse a cierto hecho ruidoso o de mucha trascendencia que puede sobrevenir (“se va a armar la gorda”) o que sobrevino, o bien ante una situación de extrema gravedad.

SE LA DIO CON QUESO:
Este dicho viene del problema que representaban los roedores en los pueblos Medievales, y hace referencia al hecho de armar la trampa ratonera poniendo un queso como carnada.

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